¿Y si no estás cansado… sino totalmente desconectado?
Llega el verano y con él, la fatiga. Pero lo que muchos sienten no es sólo cansancio físico o mental: es una forma más sutil de agotamiento.
Una desconexión interna que no se ve, pero se nota.
Según datos de Gallup y otras consultoras, 2 de cada 3 colaboradores están desconectados emocionalmente de su trabajo.
No se trata de algo anecdótico, sino de un fenómeno que afecta a la motivación, la productividad y la salud de las organizaciones..
El peso invisible de la renuncia silenciosa
Cumples, asistes, entregas lo justo… pero ya no sueñas, no propones, no discutes.
Por dentro… 𝗮𝗹𝗴𝗼 𝘀𝗲 𝗵𝗮 𝗶𝗱𝗼.
La motivación. El propósito. El sentido.
Ese hilo que antes te conectaba con lo que hacías, con lo que eras… se ha roto.
Y en su lugar ha aparecido un peso.
Un peso silencioso, casi invisible, que se posa sobre tus hombros como una losa.
𝗘𝗹 𝗽𝗲𝘀𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗱𝗲𝘀𝗰𝗼𝗻𝗲𝘅𝗶ó𝗻.
Ése que no te tumba, pero te apaga.
Que no duele, pero te anestesia.
Y esa forma de rendirse en silencio, sin decirlo, es más común de lo que parece.
Señales de que algo ha cambiado
- Contestas “tirando” cuando te preguntan cómo estás, con una media sonrisa y la mirada en otra parte.
- Has perdido la ilusión por lo que haces.
- Sientes un peso constante, difícil de explicar.
- Te cuesta comprometerte con nuevos proyectos.
No son sólo vacaciones lo que necesitas
Desconectar unos días puede ayudar, pero si lo que se ha desconectado es tu propósito, tu sentido o tu compromiso… entonces necesitas algo más profundo: reconectar contigo.
Conversaciones que inspiran cambio
Esa forma de rendirse sin decirlo es una señal.
Una señal de que algo necesita moverse.
Y a veces, para moverse por fuera, hay que empezar por dentro.
Con una pregunta sincera.
Con una conversación honesta.
A veces, ese es el primer paso para recuperar tu motivación.
No necesitas respuestas perfectas, solo el espacio para reencontrarte con lo que importa.
¿Notas señales de renuncia silenciosa en tu equipo… o en ti mismo?
A veces, lo que llamamos “desgana” o “distancia” es solo una forma de decir: “algo se ha apagado”.
La buena noticia es que se puede volver a encender.
Te acompaño a reconectar con lo que te inspira, ya sea en tu liderazgo o en tu propio camino, a través de conversaciones transformadoras.
Si quieres trabajarlo, estoy aquí para escucharte.